VACÍO Y VOLUMEN – VILLA COOK Y MAISON GUIETTE
Charles Édouard Jeanneret-Gris,
mejor conocido como Le Corbusier, presenta en sus edificaciones distintas
maneras de abordar situaciones tanto espaciales como formales con las que posteriormente
desarrolla un “mecanismo arquitectónico”1, que utiliza para proyectar
sus reconocidas villas en la década de 1920.
A partir de un análisis
desarrollado en base a dos de sus edificaciones: Villa Cook (1926) y la Maison
Guiette (1926-1927), se puede precisar la manera en que las distintas
situaciones espaciales fueron abordadas a partir de espacios vacíos y volúmenes
adecuados al espacio.
La Maison Guiette:
En esta casa de parcela
particular debido a su pequeña fachada y gran profundidad, se presenta un volumen
vertical dividido en cuatro plantas, cada una de ellas con una disposición
espacial distinta.
Los volúmenes interiores están
constituidos por los espacios de servicio y las habitaciones, mientras los
vacíos se encuentran en la circulación y en los espacios de mayor dimensión
como el estudio y la terraza.
A pesar de que la casa puede
ser reconocida como un sólo componente, son los vacíos los que permiten la
unificación de los volúmenes en su interior, además de un equilibrio óptico entre
las masas 2, no solo a
través de la circulación sino también mediante la relación interior-exterior
que permiten los amplios ventanales y la interacción luz-sombra que
proporcionan.
La Villa Cook:
Esta vivienda de proporciones
similares a las de un cubo, cuenta también con cuatro plantas y a diferencia de
la Maison Guiette con un elemento común a tres de las mismas, donde se ubican
todos los espacios de servicio.
La planta de acceso responde al
concepto de planta libre establecido por Le Corbusier. En esta se encuentra un volumen
curvo, que contiene la escalera que permite la circulación hacia los demás
niveles. Nuevamente un elemento de vacío que permite relacionar los distintos
volúmenes presentes en el interior de la casa.
También se presentan como
vacíos el estudio y la terraza, ambos de gran dimensión y de doble altura en el
caso del estudio, cumpliendo con el propósito visual anteriormente mencionado.
A partir de los vacíos capaces
de relacionar los volúmenes, Corbusier desarrolla un espacio articulador, el
espacio de doble altura, con el que logra una dinámica visual en la percepción
del espacio exterior tanto en lo horizontal como en lo vertical 3.
Este además comprende la luz
como un elemento sensitivo y es de esta forma como logra corresponder los
vacíos de mayor dimensión. Finalmente es así como desarrolla el mecanismo
arquitectónico.
1- Mecanismo arquitectónico:
diferencia espacial dimensional capaz de
otorgar jerarquía a un espacio, lo que permite su reconocimiento. Es un
elemento genérico que mecaniza el espacio y lo transforma en un elemento
serial, constitutivo del conjunto de elementos que dan forma a la arquitectura.
2- Torres, J. Le
Corbusier. Mise Au Point. General
de ediciones de arquitectura TC cuadermos. (pág. 220)
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