En el año 1929, el arquitecto Ludwig Mies Van Der Rohe construye el Pabellón Alemán, para representar a su país en la Exposición Internacional de Barcelona. En 1931, el mismo Van Der Rohe lleva a cabo un proyecto, tomando como nombre Casa Para Una Pareja Sin Hijos, para ser expuesto en la Exposición Alemana de Construcción de Berlín. Dos décadas después, en 1951, completa la edificación de la Casa Farnsworth, a ser usada como lugar de retiro al sur de Chicago para la Doctora Edith Farnsworth. Estas tres edificaciones resumen lo característico de la arquitectura de Mies Van Der Rohe: sencillez, espacios amplios y una meticulosa atención a los detalles.
Gracias a distintos libros dedicados al estudio tanto de Mies como de su arquitectura, se sabe que él era un hombre lógico, que desarrollaba su enfoque y punto de vista partiendo de la razón. Esta forma de pensar lo llevó a desarrollar lo que algunos llaman la fórmula "miesiana". Tomó un conjunto de estrategias de diseño y las aplicó, a modo de fórmula, en el proceso creativo de sus edificaciones. Esto nos lleva a encontrar similitudes entre sus obras como, por ejemplo: el uso de planos libres para sugerir los límites espaciales, la forma en que se encuentra ordenada la estructura o los materiales usados para la construcción. Este estudio se enfoca particularmente en la estructura, y cómo la materialidad de la misma evita que pueda interferir en la continuidad espacial de estas edificaciones.
La estructura de las tres casas se encuentra ordenada por una retícula que parte de un módulo. En los tres casos, la retícula estructural no llega a abarcar todo el espacio que ocupa la casa, sino que se encuentra dispuesta en los puntos que indica la repetición del módulo, para asegurar que la edificación se pueda sostener.
Los muros, en cambio, se encuentran ordenados por una geometría que no llega a coincidir con la retícula de la estructura. Esta es la razón por la cual se pueden encontrar columnas justamente al lado de un muro o un plano de vidrio, aparentemente interviniendo en el espacio.
Tomando como herramienta la materialidad, Mies logra cumplir un propósito: lograr que la estructura sea "invisible" para dar valor a otros elementos dentro del espacio.
En la Casa Farnsworth, todos los cerramientos son planos de vidrio y la estructura, al ser compuesta por perfiles de acero pintados de blanco, resalta a la vista. La estructura logra pasar desapercibida de todas maneras, por lo menos a la hora de percibir el espacio, ya que se encuentra fuera de él y no interviene en cómo se distribuye. En el Pabellón Alemán, lo logra con la afamada columna cruciforme, la cual además es cromada. De esta forma, la estructura refleja lo que la rodea, prácticamente desapareciendo entre los muros de mármol y los cerramientos de vidrio. Aunque en la Casa Para Una Pareja Sin Hijos las columnas pasan a ser blancas en las áreas privadas, al ser muy delgadas y cilíndricas, transmiten la misma sensación.
De todo esto podemos concluir que Mies no pretendió en ningún momento deshacerse de la estructura. La ubicó donde debía estar para asegurar la estabilidad de estas tres edificaciones y diseñó alrededor de ella. Para evitar que pudiese interferir en la percepción de los espacios, decidió usar para su construcción los materiales adecuados para ocultarla a simple vista.
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